- Algún día decidirás abrir tu corazón y tocar el piano, y no lo harás para que tu madre sea feliz, ni para que yo sea feliz tampoco. Lo harás para ti, porque la música y el amor te colmaran de alegría.

Lágrimas

María no podía entender cómo la gente era tan mala.
Ella lo había dado todo por demasiadas personas, pero esas personas, jamás supieron apreciarlo, y sólo sabían hacer daño y más daño a la pobre María.
Llegó un día concreto, quizás un día igual que hoy, en el que María se dio cuenta de que tenia que cambiar. Tenía que ser como las demás personas para sobrevivir. Tenía que ser una hija de puta. Pero le costaba. Lo había intentado varias veces en su vida, porque ya se habia dado cuenta de que siendo buena, nadie le respetaba y todo el mundo parecía cachondearse de ella, muchas veces le hacian creer que era la reina del mundo, para luego ella ver que le mentían mas que le hablaban, que quienes decían que ella era su sueño, soñaban con miles de cosas menos con ella; quienes decían que darian su vida por ella, no daban mas de 5 céntimos. Eso para ella era muy doloroso, sólo quería ser especial para alguien, ser única en el mundo, igual que para ella lo era. Sólo eso. Tan dificil resulta?

Egoismo!

Una y otra vez la misma frase, el mismo consejo: sé egoísta, piensa en ti misma, porque nunca nadie va a pensar en ti.

Siempre me pareció así, pero tambien me resultaba difícil llevarlo a la práctica.

Por fin, una fría mañana lo logré. Fui egoísta. Además, creo que en el mejor momento: era mi futuro lo que estaba en juego.

Una vez. La primera. Y ya me clavaron la cruz. Ahora soy muy mala. Por haber sido egoísta, claro está. Ahora, personas en mi contra me hacen un poco la vida imposible. Intentar robarme mi futuro.

Pues que lo sigan intentando…